A finales del año pasado una pequeña remodelación se convirtió en un caos de meses, y aún no termina, yo en un primer momento pensé que podría hacerlo sola ¿qué ciencia puede tener pintar un muro? Desde mi ignorancia, a mí me parecía una tarea realmente sencilla pero en manos del especialista se descubrió que necesitaba algo más que pintura y que era algo que definitivamente una mano inexperta, aunque entusiasta y con youtube, no podría resolver.
“Somos un equipo señora” me dijo el fumigador después de poner sus productos por toda la casa con el propósito de deshacernos de unos pequeños insectos que había encontrado unos días antes y para lo cual me había dado la instrucción de sacar absolutamente todo de la cocina y limpiar a fondo, ya que de otra forma no funcionaría, y él no se iba a arriesgar a que no funcionara.
Recientemente acudí con la ortopedista y después de una cuidadosa revisión indicó una serie de medicamentos que me han quitado el dolor que he tenido en el cuerpo durante años, años dolorosos que podrían haberse evitado si hubiera acudido al especialista correcto al primer momento de molestia.
Hace un par de semanas mi hijo el pequeño tuvo un accidente con el agua caliente que lastimó severamente su piel, acudimos con la dermatóloga y seguimos el tratamiento que recomendó, casi no queda huella del incidente, me queda claro que de otra forma ahí estaría la marca de por vida.
¿Por qué solemos darle vueltas al asunto antes de acudir al especialista correcto?
Gracias a la tecnología vivimos en un mundo en el que fácilmente encontramos información de todo tipo y que nos brinda una sensación de (falsa) competencia para resolver casi cualquier tipo de tema, pero con esa misma facilidad podemos tomar caminos equivocados y que nos hacen la ruta muy larga antes de llegar con quien sí nos puede ayudar a resolver el problema.
Antes he reiterado sobre la importancia de contar con una red de apoyo que nos permita enfrentarnos acompañados y apoyados en los momentos críticos de la vida, pero ahora me gustaría señalar la importancia de contar con una red de especialistas que a través de su conocimiento puedan orientarnos y enseñarnos cómo cuidar de nuestros espacios, de nosotros y los nuestros.
Hay cosas que solas o con “remedios” no se van a resolver y si pueden hacer que perdamos tiempo valioso para que el especialista haga lo suyo, por supuesto con mejores resultados, por lo que necesitamos sacudirnos, ponernos en acción y acudir al experto.
No es sencillo encontrar al profesional que nos brinde confianza pero es fundamental para nuestra vida por lo que vale toda la pena invertir en buscar al indicado, es con ellos con quienes haremos equipo para resolver nuestros temas, necesitamos ponernos en su manos y confiar, aprender a seguir instrucciones, escuchar con atención y preguntar absolutamente cualquier duda, y sobre todo, nos debe quedar claro que ellos nos aportan con su conocimiento, servicio de calidad y buen trato, pero nosotros tenemos que hacer la otra parte. Si no hacemos equipo no funciona.
Y tú ¿tienes tu directorio de gente experta para cuando la vida, el cuerpo o la casa se te descomponen?
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