Redactor:Joel Charles
Un equipo de investigadores de la Universidad de Tufts ha realizado un descubrimiento asombroso al encontrar cristales fotónicos, una avanzada nanotecnología del siglo XXI, en fragmentos de vidrio pertenecientes a yacimientos arqueológicos del Imperio Romano. Estos nanomateriales, que se utilizan en aplicaciones militares y científicas de vanguardia, estaban escondidos en lo que parecían ser simples fragmentos de jarrones y botellas, que datan de más de dos milenios y que habían sido enterrados en el barro.
El profesor Fiorenzo Omenetto, de la Universidad Tufts, junto con Giulia Guidetti, hizo el descubrimiento que calificó como "un ejemplo de libro de texto de un componente nanofotónico". Los cristales fotónicos son tecnologías nanoscópicas capaces de filtrar y reflejar la luz de manera altamente específica a nivel atómico, y los cristales encontrados en yacimientos romanos comparten propiedades similares a los nanomateriales modernos fabricados mediante complejos procesos industriales para su aplicación en tecnologías clave para la sociedad, como sistemas de comunicación y equipos láser.
Este hallazgo inesperado se produjo durante una visita al Instituto Italiano de Tecnología, cuando un fragmento de vidrio romano llamó la atención de los investigadores. En la superficie de este fragmento se encontraron cristales fotónicos, estructuras atómicas ordenadas con propiedades ópticas únicas. Lo que hace este hallazgo aún más sorprendente es que estos cristales fotónicos "naturales" se formaron en fragmentos de vidrio que habían estado enterrados en el suelo durante milenios, reorganizándose debido a factores ambientales y minerales circundantes.
Los análisis revelaron más secretos sobre estos cristales, como una pátina en la superficie que reflejaba la luz como un espejo dorado. Esta pátina estaba compuesta por estructuras conocidas como "pilas de Bragg", que reflejan diferentes longitudes de onda de luz, resultando en el característico reflejo dorado.
Los investigadores destacan el inmenso potencial tecnológico de estos cristales fotónicos "naturales". Actualmente, se utilizan en la creación de láseres, filtros y espejos, y tienen aplicaciones en dispositivos anti-reflejo, que son cruciales en la tecnología de invisibilidad militar al evitar que aviones y vehículos sean detectados por la luz.
El profesor Omenetto sugiere que este descubrimiento podría abrir la puerta para cultivar materiales ópticos en laboratorios en lugar de fabricarlos, revolucionando la producción y utilización de materiales ópticos en la tecnología moderna. En última instancia, lo que comenzó como una simple curiosidad arqueológica de hace 2000 años podría convertirse en un componente esencial en el desarrollo de la tecnología del futuro en laboratorios de cultivo sintético.
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