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El asombroso exoplaneta LTT9779 b: un gigante gaseoso con nubes metálicas y

una capacidad reflectante récord

Redacción: Joel Charles

El exoplaneta LTT9779 b desafía todas las expectativas: nubes metálicas y un brillo sin igual.

Los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) han hecho un descubrimiento asombroso en el universo: el exoplaneta LTT9779 b, un gigante gaseoso del tamaño de Neptuno situado a 260 años luz de la Tierra. Lo más sorprendente es su singularidad: este planeta está cubierto por nubes metálicas y refleja el 80% de la luz que recibe de su estrella, convirtiéndolo en el mayor 'espejo' conocido del universo.


A diferencia de la mayoría de los planetas, cuyos albedos (fracción de luz reflejada) suelen ser bajos, el LTT9779 b destaca por su capacidad reflectante. Incluso supera al brillante Venus, que refleja cerca del 75% de la luz solar debido a sus densas nubes reflectantes. Los investigadores utilizaron instrumentos de alta precisión, como el satélite Cheops de la ESA y los telescopios James Webb y Hubble, para detectar este fenómeno único en el LTT9779 b, descubierto en 2020 por la misión TESS de la NASA.


Vivien Parmentier, coautora del estudio publicado en la revista Astronomy and Astrophysics, describe al LTT9779 b como un planeta que no debería existir. La proximidad a su estrella hace que se esperen altas temperaturas, lo que haría que los materiales se condensaran en rocas desnudas en lugar de nubes. Sin embargo, las nubes metálicas, compuestas principalmente por silicato y titanato, han resultado ser cruciales para la supervivencia de la atmósfera del planeta. Además de reflejar la luz, evitan un calentamiento excesivo y la posible evaporación del planeta.


La presencia de nubes metálicas también ha influido en el tamaño del LTT9779 b. Hasta ahora, los planetas que orbitaban su estrella en menos de un día eran gigantes gaseosos mucho mayores que Júpiter o planetas rocosos del tamaño de la Tierra. Sin embargo, este descubrimiento sugiere que el LTT9779 b pudo haber sido inicialmente más grande que Júpiter y se ha ido erosionando con el tiempo hasta su tamaño actual.


Aunque este fascinante exoplaneta plantea preguntas intrigantes sobre su formación y evolución, su entorno extremo, con temperaturas superiores a los 2.000 grados Celsius y lluvias de titanio hirviendo, hace altamente improbable la existencia de vida en él.


El LTT9779 b sigue maravillando a los científicos con sus características únicas y desafiantes. Su estudio nos ayuda a comprender mejor la diversidad de los planetas más allá de nuestro propio sistema solar y nos invita a reflexionar sobre las maravillas del universo.

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