Redacción Mayte Mendoza Cerón ANCOP
Las mediciones actuales de los agujeros negros no son suficientes para poder determinar cómo es la formación de estos gigantes e invisibles agujeros en el universo, así lo concluye un estudio realizado por el MIT.
Dentro de la forma en la que gira un agujero negro es donde se pueden hallar diversas pistas especialmente en el caso de los agujeros binarios en los que dos agujeros negros juran juntos antes de fusionarse, el giro y la inclinación antes de la fusión pueden llegar a revelar si los gigantes invisibles surgieron de un disco galáctico tranquilo o por otro lado de un cúmulo de estrellas más dinámico.
Un nuevo estudio concluye que actualmente el catálogo no basta para revelar nada fundamental acerca de la formación de los agujeros negros, por parte de los astrónomos se espera averiguar cuál de estos orígenes es más probable, ya analizando los 69 agujeros negros binarios ya confirmados y detectados hasta el momento.
Los físicos del MIT demostraron en un estudio publicado en la revista Astronomy and Astrophysics Letters, que cuando se introducen los agujeros binarios conocidos y sus giros en modelo de formación de agujero las conclusiones son diferentes pues depende mucho del modelo concreto que se usa para la interpretación de datos.
Por ello el origen de los agujeros negros van de distintas maneras dependiendo de las suposiciones del modelo acerca de cómo funciona el universo. El estudio del equipo MIT en primer lugar mostró las mediciones de giro del observatorio de ondas gravitacionales LIGO en un modelo utilizado de formación de agujeros negros, este modelo asume que la fracción de binarios en el universo producen agujeros negros con espines alineados mientras que el resto cuenta con espines aleatorios, los datos estaban de acuerdo con suposiciones de este modelo, mostrando un pico donde el modelo predecía el que deberían de existir más agujeros con giros similares.
Posteriormente modificaron el modelo para alterar sus suposiciones de modo que se predijera una orientación diferente de los giros preferidos de los agujeros negros, durante este trabajo encontraron que los datos cambiaron para alinearse con las nuevas predicciones.
"Nuestro artículo muestra que su resultado depende completamente de cómo modele su astrofísica, en lugar de los datos en sí", menciona en un comunicado Sylvia Biscoveanu, estudiante de graduado en el MIT y trabajadora en el laboratorio LIGO.
"Necesitamos más datos de los que pensábamos, si queremos hacer una afirmación que sea independiente de las suposiciones astrofísicas que hacemos", anuncia el coautor y profesor de Física Salvatore Vitale.
Commentaires