Redacción Mayte Mendoza Cerón ANCOP
Desde sopas instantáneas, marcas de mazapanes, confitería como huevos de chocolate, leche baja en grasa y sustitutos de crema para café contienen algo que se llama Dióxido de Titanio, y es un aditivo alimenticio que provoca daños en la salud.
Yolanda Irasema Chirino López, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, UNAM afirmó que “Los aditivos alimenticios son compuestos que se adicionan a diversos alimentos para mejorar las propiedades físicas de los mismos. Estos no adicionan valor nutrimental, simplemente van a mejorar el aspecto como color, sabor y consistencia”.
Los aditivos alimenticios se justifican solamente si satisfacen una necesidad, no inducen al error al consumidor y se emplean con un objetivo definido, como lo es el valor nutricional del producto, esto según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Yolanda también hizo mención de que estos aditivos se han usado desde hace más de cinco décadas, modificándose e incluso han surgido nuevos conforme a el avance de la tecnología, el Dióxido de Titanio o TiO2 es uno de los más usados a nivel mundial, se encuentran en las industrias textil, farmacológica, de pinturas y en la alimentaria, este aditivo fue aprobado para consumo humano desde 1960 por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.
La universitaria externó “comenzamos a estudiar el dióxido de titanio grado alimenticio porque con la nanotecnología cambiaron algunas de sus propiedades. Anteriormente, el tamaño de la partícula del TiO2 era pequeña, de tal manera que si la inhalábamos podía quedarse en la nariz; pero ahora son diminutas como un virus y puede llegar a zonas más profundas del cuerpo, esto es preocupante porque no sabemos cuánto tiempo permanezca adentro y si sea causante de algún tema importante de salud”.
Estudios con Tio2 realizados en el laboratorio a cargo de la doctora Chirino López indicaron que este aditivo tiene más efectos en estado líquido que en el sólido; los animales que son obesos debido a una dieta alta en grasas, suelen presentar alteraciones en el hígado y el consumo de Dióxido de Titanio exacerba el daño.
Yolanda concluyó “La recomendación es mantener un estilo de vida lo más saludable posible, de tal manera que hacer ejercicio, dejar de fumar y optar poco por alimentos procesados ayuden a disminuir algún riesgo por consumo de aditivos. Debemos ser conscientes que las personas tenemos distintas susceptibilidades y que es necesario poner atención en nuestra salud”.
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