Redacción: Marlone **
Un estudio liderado por un equipo internacional de investigadores ha revelado hallazgos preocupantes sobre el formaldehído, un contaminante ambiental ampliamente extendido, y su potencial vínculo con el cáncer. Este descubrimiento se basa en la capacidad del formaldehído para alterar los mecanismos químicos que regulan la actividad genética, lo que va más allá de su previa consideración como mutageno del ADN.
El estudio, publicado en la revista Science, contó con la participación de Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, y Lucas Pontel, catedrático de Genética de la Universidad de Barcelona e investigador en el mismo centro.
Hasta ahora, el formaldehído se consideraba un agente que daña el ADN. Sin embargo, este nuevo estudio ha revelado que el formaldehído puede influir en la programación epigenética de las células, un conjunto de mecanismos químicos que actúan como interruptores para controlar la actividad de los genes. Estos mecanismos pueden activar o desactivar genes según las necesidades de la célula y el entorno.
El formaldehído puede ingresar al cuerpo humano principalmente a través de la respiración y, debido a su capacidad para disolverse en medios acuosos, puede afectar a todas las células del cuerpo.
Uno de los hallazgos más preocupantes del estudio es que el formaldehído inhibe la proteína MAT1A, que es esencial en la producción de S-adenosil-L-metionina (SAM), una molécula que actúa como donante universal del grupo químico metilo. Esta molécula regula la actividad epigenética, lo que significa que el formaldehído puede alterar la metilación de las histonas, proteínas responsables del empaquetado del ADN y la regulación de millas de genes.
Los investigadores señalan que este proceso de modificación del paisaje epigenético de las células contribuye a las propiedades cancerígenas del formaldehído. Aunque las autoridades sanitarias internacionales ya están limitando el uso de esta sustancia, aún se encuentra en empleo en ciertos sectores, como la fabricación de resinas, la producción de plásticos, fundiciones industriales, la industria cosmética y se origina durante la combustión de la gasolina de los automóviles y en el humo del tabaco.
Este descubrimiento destaca la importancia de una regulación y restricción adecuada de las sustancias químicas potencialmente dañinas en el medio ambiente y la concienciación sobre los riesgos asociados a la exposición al formaldehído.
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