Además el 43% de los adolescentes y jóvenes ha vivido algún tipo de violencia en su hogar, ya sea física, psicológica o sexual, y de ese total, al menos 28 % percibió recrudecimiento de agresiones durante la pandemia, de acuerdo con los datos del Population Council de México y otras instituciones.
Entre las muchas secuelas que ha dejado en la población la pandemia de covid-19, una de las más inquietantes es que provocó un notable incremento en el consumo de drogas y sustancias.
De acuerdo con un estudio encabezado por el Population Council de México en colaboración con otras instituciones, el consumo de opioides entre adolescentes registró un incremento de 18%, mientras que el de marihuana entre jóvenes se fue hasta un 21%.
Además, en ambos grupos el consumo de alcohol creció un 14%.
Al dar a conocer los resultados del estudio, Isabel Vieitez, directora de la Oficina del Population Council en México y ante el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, agregó que la pandemia ha tenido repercusiones de gran magnitud en adolescentes y jóvenes mexicanos, especialmente en lo relacionado a la violencia, la educación y la salud mental.
De acuerdo con el reporte, 7 de cada 10 adolescentes y jóvenes han experimentado síntomas depresivos, mientras que el 62% presentó ansiedad.
En tanto, el 43% de los adolescentes y jóvenes ha vivido algún tipo de violencia en su hogar, ya sea física, psicológica o sexual, y de ese total, al menos 28 % percibió recrudecimiento de agresiones durante la pandemia.
La encuesta también detalló que las mujeres y la población no binaria es la más afectada.
Vieitez explicó que, durante la pandemia, los jóvenes percibieron que la violencia aumentó su gravedad y frecuencia, siendo mayor en población indígena o afromexicanas y en los niveles socioeconómicos más bajos.
El estudio, que se realizó en línea, a poco más de 55 mil adolescentes y jóvenes de 15 a 17 años en 2020, reveló que al menos 19% de ellos estuvieron expuestos a violencia sexual, y un 3.7 % percibió un aumento en la gravedad o la frecuencia de conductas relacionadas con acoso y agresión sexual.
Pese a que la mayor parte de los jóvenes y adolescentes estaban inscritos en la escuela al momento del levantamiento de la encuesta, un 42 % reveló que tuvo que abandonar los estudios debido a la pandemia.
Por último, Vieitez afirmó que el estudio Voces-19 surge de la necesidad de generar evidencia basada en estudios longitudinales que permitan informar a los responsables de políticas públicas quienes diseñan e implementan estrategias de prevención, mitigación y respuesta, destinadas a satisfacer las necesidades de este grupo demográfico clave durante y después de la crisis por la covid-19.
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