NOTA
Redacción ANCOP
Si se piensa que los hombres han olvidado el endiosamiento estructural, es un error mayúsculo. En estos días, las redes estallaron cuando The Wall Street Journal divulgó lo que se cuece en Arabia Saudita: la construcción de una ciudad que, hoy por hoy, se aprecia no sólo de ciencia ficción sino, incluso, utópica.
La megaciudad NEOM, la más grande del mundo jamás creada, constituida por dos edificios paralelos en una línea de más de 120 mil metros y con hasta casi 500 metros de altura, que atravesarán terrenos costeros, montañosos y desérticos, los cuales se conectarán a través de pasarelas.
Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudita, ordenó a las autoridades que desarrollarán tierras en el árido noroeste del reino y los planificadores ofrecieron esta propuesta (el rotativo estadounidense señala que esta información se obtuvo según cientos de páginas de documentos de planificación confidenciales -a los que tuvo acceso- que exponen la idea por primera vez en detalle) que tendrá un costo de casi un billón de dólares.
Originalmente anunciado por Bin Salman, en enero de 2021, la construcción de dos rascacielos espejados, denominados “Mirror Line”, incorporará un puerto deportivo para yates debajo de un arco entre los dos edificios espejados y también se construirá un estadio deportivo a 300 metros de altura.
Asimismo, la agricultura será vertical y los residentes pagarán una cuota para que se les sirva el desayuno, el almuerzo y la cena. Las verduras se “cosecharán y empaquetarán de forma autónoma” y se trasladarán a “comedores comunitarios” y “cocinas de convivencia”, según los documentos citados.
Según el portal Al Arabiya, la ciudad lineal será una zona de contaminación cero y se extenderá desde la costa del Mar Rojo hacia el interior del desierto. De hecho, el megaproyecto incluye un tren de alta velocidad que pasará por debajo de los edificios, pero no habrá vehículos en los pisos superiores.
Y sí, el aspecto estético y la concepción grandilocuente no sólo están relacionadas con el pensamiento de que el alma de un hombre se mide de la cabeza al cielo, sino que hay detrás un razonamiento lógico y muy claro, además de inteligente: lo que busca el príncipe heredero es dejar de depender del petróleo y atraer inversiones extranjeras, para lo cual es necesario diversificar la economía del reino, y como consecuencia también se prevé la creación de más de 300 mil nuevos empleos.
Los retos estructurales, convierten a este proyecto en una historia casi de thriller, porque ahora se sabe, según las fuentes consultadas por WSJ, que la curvatura de la tierra es un tema a responder para que “Mirror Line” sea posible en 2030 (año que se supone que se finalizará) debido a que la tierra se arquea alrededor de 20 centímetros por cada mil 600 metros, a lo cual los responsables del proyecto propusieron dejar un espacio en la parte superior de los módulos para “doblar” las estructuras.
Hoy por hoy se plantea, además, la generación de nuevos problemas que afectan al ecosistema y la vida natural de la región: ambos edificios crearán una sombra que podría afectar la salud de los residentes; también puede afectar las migraciones de aves y de fauna silvestre de la zona, además de que el peso de la casi inconmensurable construcción puede desviar el curso y/o flujo de aguas subterráneas.
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