Por Norma Luna
No saber, no omite las consecuencias finas o devastadoras a tus iguales (n. Luna)
En décadas, millones de personas en México, creen que toda la riqueza esta concentrada en las ciudades consideradas como principales, como son Ciudad México, Guadalajara y Monterrey. La aparente riqueza, se ha desbordado a gastos de sobrevivencia, más no de supervivencia. Esta situación ha tenido impacto en otras entidades mexicanas que, siguen el mismo modelo. Un vestigio que se ha convertido en un verdugo sin saberlo para la sociedad y fauna mexicana.
Quién no ha viajado por carretera y de repente aparece una vaquilla, un becerro, un canino, iguanas o alguna especie pequeña que nos recrea la vista. Sin embargo, quién espera que de repente en las calles principales o el camino a la tiendita de la esquina se cruce un lagarto y/o cocodrilo.
Tampico, es la región Huasteca del estado de Tamaulipas, es una de las grandes ciudades y puerto de México, con mayor desarrollo económico del estado y una de las más importantes de la región noreste. Pero hoy en día goza de hábitats entre seres humanos y cocodrilos.
Diarios de Información, quejas ciudadanas y hechos reales de muertes humanas, así como de mascotas, no han podido sensibilizar al gobierno de Tamaulipas, para colocar medidas que minimicen por lo menos la sobrepoblación y los daños que ocasiona los depredadores a los habitantes de la ciudad huasteca. Uno de los mitos existentes sobre esta sobrepoblación de acuerdo con un diario de Tampico, es que, en los años 90 un zoológico trajo cocodrilos machos, pero parece ser que venía por ahí una hembra, estos escapan y nace una nueva generación entre el 2003 y 2004 que se acostumbra a la presencia humana. La mayoría de los ataques de estos réptiles, suceden por diversas causas no controladas.
Los habitantes han tenido que solucionar día a día, escalando modificaciones de conducta para adaptarse a disminuir el pánico ante el depredador. Ya siendo un estilo de vida ver los avisos preventivos que, en caso de avistar un cocodrilo fuera de su hábitat, es primordial llamar a los Bomberos o al 911, proporcionar la ubicación exacta y no acercarse al ejemplar. Sin más opciones ha llevado a las personas a ser apoyo en algunos reptiles en fase pasiva a que crucen las calles, pero no todos los lagartos aceptan tal convivió.
Habitantes de las diferentes zonas de Tampico donde hay cocodrilos, terminan expresando que la convivencia con los lagartos de manera prudente es tan solo un parche de solución. No hay quién diga, Yo gobierno de Tamaulipas estamos interesados de que, no mueran más personas o elaborar estrategias por lo menos a largo plazo para minimizar este factor de riesgo.
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