a Estados Unidos
Redacción: Joel Charles
China avanza a pasos agigantados en la industria espacial y acorta la brecha con Estados Unidos, logrando un hito significativo al completar con éxito el lanzamiento de su primer cohete de metano. El Zhuque 2 Y2, desarrollado por la compañía LandSpace, despegó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan y alcanzó la órbita sin contratiempos, poniendo en órbita sincrónica solar una carga útil de prueba.
Durante décadas, China ha trabajado arduamente para cerrar la brecha que la separa de Estados Unidos en el campo espacial. Aunque su programa espacial se originó casi al mismo tiempo que el de su rival estadounidense en la década de 1950, China ha experimentado importantes retrasos en sus logros más destacados. Sin embargo, en los últimos años, el panorama ha cambiado drásticamente.
Impulsada por su ambición de convertirse en líder en el desarrollo espacial, China ha implementado una estrategia ambiciosa que incluye la exploración lunar y la captura de imágenes de toda la superficie de Marte. Ahora, el país ha dado un paso adelante al destacarse en el desarrollo de cohetes de metano, una tecnología prometedora que busca minimizar costos y maximizar la eficiencia en las misiones espaciales.
El cohete Zhuque 2 Y2 de LandSpace marca un avance significativo para China, siendo el primer país en completar con éxito el lanzamiento de un cohete de metano. Aunque otras compañías estadounidenses como Relativity Space y SpaceX también están trabajando en esta alternativa, aún no han logrado pruebas exitosas en esta área.
Este logro coloca a China en una posición destacada en la carrera espacial y plantea interrogantes sobre cuál será el próximo paso de la compañía asiática. Por el momento, el sistema de lanzamiento funcional en pruebas tiene una longitud de 49,5 metros, un diámetro de 3,35 metros y una capacidad de carga de seis toneladas para órbita terrestre baja y cuatro toneladas para órbita heliosíncrona.
La industria espacial está en constante evolución y China demuestra su determinación para convertirse en un actor líder en este campo. Con cada hito alcanzado, el país asiático se acerca cada vez más a Estados Unidos, marcando un nuevo capítulo en la competencia espacial a nivel mundial.