En su reunión, la junta de gobierno del Banco de México (Banxico) ha anunciado de manera unánime su resolución de mantener la tasa de interés de referencia en un 11.25%. Esta decisión marca la séptima ocasión consecutiva en la que el banco central opta por esta medida, que representa el nivel más alto registrado en su historia. El anuncio se produce en un contexto de aumento inflacionario durante los últimos tres meses.
En línea con las expectativas del mercado, Banxico ha reconocido el proceso de desinflación en el país y ha optado por mantener sin cambios sus pronósticos para el año 2024, aunque ha subrayado que el panorama sigue presentando desafíos.
La decisión adoptada por unanimidad por la junta de gobierno se alinea con la política de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que la semana pasada también optó por mantener su tasa en un rango del 5.25% al 5.5%.
Este anuncio se produce horas después de que se informara que la inflación general en México alcanzó un 4.88% en enero, registrando así tres meses consecutivos al alza después de cerrar el año 2023 en un 4.66%, cifra por encima del consenso de los analistas.
"Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza", señaló la Junta de Gobierno del banco.
Banxico ha mantenido su proyección respecto a la inflación general para el cierre de 2024, estimando que promediará un 3.5% en el último trimestre, así como su expectativa para el cierre de 2025, donde se espera un promedio del 3.1%, cercano a la meta del 3% establecida por Banxico.
El banco autónomo anticipó que en próximas reuniones evaluará la posibilidad de ajustar la tasa de referencia en función de la información disponible.
La Junta de Gobierno considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva y su impacto en la evolución de la inflación a lo largo del horizonte temporal en el que opera la política monetaria.
Entre los riesgos al alza mencionados se encuentran la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, la depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, una mayor resiliencia económica de la esperada, eventos climáticos adversos y un aumento de los conflictos geopolíticos.
"La economía mostró un crecimiento robusto en 2023, aunque experimentó una desaceleración mayor a la prevista en el último trimestre", agregó Banxico en su anuncio.
La próxima decisión sobre política monetaria está programada para el 21 de marzo.
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