En una entrevista reciente con la Agencia AFP, el Director General de Moderna, Stéphane Bancel, ha compartido una noticia que podría marcar un hito en la historia de la medicina: una vacuna contra el melanoma, una de las formas más graves de cáncer de piel, podría estar disponible tan pronto como en 2025.
El melanoma, responsable de 325.000 nuevos casos y 57.000 muertes anuales a nivel mundial, según las estimaciones de 2020, podría enfrentar una nueva era de tratamiento con esta innovadora vacuna. Basada en la tecnología de ARN mensajero (ARNm), la misma que ha demostrado ser efectiva en la lucha contra las formas graves de COVID-19, la vacuna de Moderna está diseñada para actuar no solo preventivamente sino también terapéuticamente, entrenando al sistema inmunológico para combatir la enfermedad.
Los resultados preliminares son prometedores: en un estudio con 157 participantes con melanoma avanzado, la combinación de la vacuna de Moderna con el fármaco de inmunoterapia Keytruda de Merck ha mostrado una reducción del 49% en el riesgo de recurrencia o muerte en un periodo de tres años. Estos resultados superan los obtenidos únicamente con Keytruda, marcando una diferencia significativa en la supervivencia de los pacientes.
El proceso de desarrollo de esta vacuna comienza con la secuenciación del genoma del tumor de cada paciente, identificando mutaciones específicas para codificar. Este enfoque de medicina "individualizada" es un claro ejemplo de cómo los tratamientos personalizados están ganando terreno en la oncología.
Además de la vacuna contra el melanoma, Moderna también ha anunciado el inicio de un ensayo de "fase 3" para una vacuna de ARNm contra el cáncer de pulmón, ampliando sus estudios a otros tipos de tumores.
A pesar de que aún se requiere la aprobación condicional de las autoridades reguladoras, los ensayos clínicos actuales podrían ser la base para una aprobación temprana de la vacuna, conocida como ARNm-4157. Esta posibilidad, junto con un estudio más amplio planificado para 2024, podría confirmar y solidificar esta autorización.
Este avance no solo representa una esperanza para los pacientes de melanoma y cáncer de pulmón, sino que también es un testamento al poder de la biotecnología moderna y su capacidad para ofrecer soluciones personalizadas y efectivas en la lucha contra el cáncer. La comunidad médica y los pacientes por igual aguardan con gran expectativa los desarrollos futuros de esta prometedora vacuna.
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