El futuro implica innovación y tecnología; por eso, el regiomontano lo implementa a diario en sus negocios, en el mundo financiero, el agroindustrial y el educativo.
Alfonso Romo Garza ha hecho casi todo. En su trayectoria empresarial creó una de las empresas de semillas vegetales más grande en América Latina, lidera una casa de bolsa que acaba de cumplir sus primeros 50 años, y transformó una universidad en una institución educativa con impacto social.
Pero no es solo empresario, también representó a México en dos Juegos Olímpicos en el deporte ecuestre y fue jefe de la Oficina de la Presidencia de la República al inicio del sexenio de Andrés Manuel López Obrador,
No habíamos charlado en tres años. “Fuiste la última persona que me entrevistó estando en el gobierno”, me dijo. Esa vez nos reunimos en noviembre de 2020, a dos meses de su salida de la Oficina de la Presidencia.
Esta vez, estamos en Monterrey, Nuevo León en Vector Casa de Bolsa y el objetivo es entender su panorama, porque cuando se ha hecho casi todo, se alcanza una visión helicóptero que permite entender lo que se necesita para enfrentar el futuro.
La primera pregunta que le hice fue: ¿dónde está México hoy?
“Todos coincidimos en la gran oportunidad que existe con el nearshoring y friend-shoring. Pero también coincidimos que el mundo está delicado, que se está reacomodando el tablero del juego y México es uno de los países que puede captar más o menos de acuerdo a lo que el país ofrezca. La oportunidad existe, la responsabilidad es nuestra, y para aprovechar más de lo que se puede imaginar necesitamos reglas de juego claras. Ese es el reto que tiene el país”, me dijo.
Hablar de reglas claras es hablar de negocios y como empresario, Alfonso Romo Garza, quien hoy es Presidente Honorario de Vector Empresas, Presidente del Consejo y Presidente Ejecutivo de Grupo Plenus, conoce bien que en el sector privado hay que pensar a largo plazo.
En la entrevista anterior me había dicho que México necesitaba un sector privado más agresivo, ¿ya lo tenemos?
Romo es un hombre que adora compartir datos duros. Compartió este: el país que más invierte en inteligencia artificial es Estados Unidos, el segundo es China, y México está en el número 51, después de Chile.
“En México estamos despertando tarde. Entonces, cuando te decía que necesitamos un sector privado más agresivo, con estas cifras te demuestro que falta agresividad”, añadió.
No obstante, sabe que hablar del sector privado es vago porque en el país hay diferencias enormes entre las grandes empresas, las de inversión extranjera, las medianas o pequeñas. No todas pueden invertir igual, no todas tienen el mismo acceso.
Para Romo, el rezago está en las empresas pequeñas.
“Hay que cuestionar si el objetivo es comprar tecnología, asociarse o invertir y para eso analizar si tenemos la infraestructura, como país, la educación y la capacidad de reentrenamiento para la población de más de 40 años”.
¿Cuál es el rol de la Inteligencia Artificial en la educación?
Alfonso Romo transformó la Universidad Metropolitana de Monterrey y hoy tiene entre 15 y 17 mil alumnos, de esos 70% son jóvenes que estudian y trabajan. El futuro de estos mexicanos está en sus manos y el slogan de la universidad lo mueve: el origen no determina tu destino.
Los alumnos dice, “son verdaderos guerreros”, y lo que más le importaba es que no desertaran la educación, por este otro dato duro que coparte constantemente: Dos de cada diez mexicanos tiene acceso a educación superior, los otros ocho tienen que trabajar.
“Lo que les dimos fue flexibilidad para que no hubiera excusa para no estudiar, ellos pueden elegir estudiar presencial o en línea, en la mañana, a mediodía o en la noche, sábado o domingo”, me dijo.
El resultado: una retención promedio en toda la universidad de 90 por ciento. Una universidad no debe solo educar y formar, debe concientizar, y por eso en la Universidad Metropolitana de Monterrey proponen un acompañamiento cercano a los estudiantes, darles seguridad emocional y lograr movilidad social. Para todo esto quieren aprovechar la Inteligencia Artificial:
“Estamos haciendo experimentos para facilitar el estudio y el entrenamiento a corto plazo. Estamos aprendiendo a usarla, y por cierto, no conozco a nadie que esté ya completamente embebido, esto es prueba y error. Pero, no es lo mismo aplicar programas en el Tecnológico de Monterrey o la UNAM que en las universidades de bajo precio. El reto es cómo hacemos que esa tecnología sea accesible para todos, no nada más para un segmento”.
Innovar en los negocios financieros
En México hay más mexicanos inversionistas y este crecimiento lo ha notado Alfonso Romo en Vector Casa de Bolsa.
Esto se suma al éxito de empresas Fintech que unen la tecnología con los servicios financieros, y otras startups que han incluso llegado al nivel de unicornios, es decir, valen más de mil millones de dólares. Por otro lado, hay empresas que se deslistan de la Bolsa Mexicana de Valores, como Bachoco.
“Necesitamos una Comisión Nacional Bancaria y de Valores adecuada a los nuevos tiempos, necesitamos modernizarla, necesitamos regular con cautela y simplificar la entrada de estos nuevos jugadores al mercado”, me dijo Alfonso Romo.
En Vector ha experimentado las complicaciones de que se le permita un nuevo vehículo de inversión.
“La regulación en México cuesta tres veces más que la regulación fuera de México y esto hace un martirio tener el permiso de una fintech o de un nuevo vehículo. Además el proceso aquí tarda un año y medio y en el extranjero se puede obtener una autorización en dos meses. Hay que arreglar eso”.
Estos ajustes, asegura, permitirían a más jugadores hacer una Oferta Pública Inicial y dar más opciones a los inversionistas. Lo más relevante de un sector financiero es, para el regiomontano, que las ideas buenas logren captar capital.
“Siempre he dicho que un país es grande cuando un individuo, del nivel socioeconómico que sea, tiene una buena idea y, si levanta la mano, le llueve capital”.
Y claro, en este sector cree que la Inteligencia Artificial también hará cambios interesantes. En Vector Casa de Bolsa se creó ya un área específica con expertos multidisciplinarios en inteligencia artificial generativa dentro de su Dirección de Innovación y Nuevos Negocios Digitales. La misión ha sido mejorar exponencialmente la eficiencia de sus procesos internos y brindar una experiencia omnicanal única a sus inversionistas y colaboradores.
Los contrapesos que necesita México
Durante varios momentos de la entrevista Alfonso Romo mencionó la importancia de tener reglas claras para los negocios. La certeza jurídica es algo que ha impulsado desde el sector privado y el público.
Pero en el país, el contexto no es tan sencillo, de hecho, por nueve años México ha retrocedido en el Índice de Estado de Derecho del World Justice Project y estamos en el 116 de 142 puestos.
“Hemos hecho muchas cosas, hemos creado muchas instituciones, hemos creado muchos balances, creo que México no puede perder los balances o los contrapesos. También creo que la cultura de la legalidad tiene que estar embebida en el ciudadano desde que nace. No vamos a cambiar el país sino cambiamos desde la raíz. Una de las prioridades del siguiente gobierno es la seguridad jurídica. Pero, tiene dos obligaciones principales: la seguridad jurídica y la seguridad física”.
¿Qué viene para Alfonso Romo?
En el sector de agrotecnología si empresa es líder y la apuesta es la inteligencia artificial “para hacer cruzamientos más precisos”. La parte de reproducción está en México, “el cerebro” en Estados Unidos. Dice que el futuro será innovador y aún más agresivo.
“Es un momento de productividad y velocidad, de innovación brutal. El reto, cuando no eres un grupo tan grande, es hacer más con menos, y hay que facilitarnos el acceso a la innovación. Entonces, vienen retos intelectuales, divertidos y tengo mucho entusiasmo, pero sé que la clave es traer al mejor talento. Eso nos ha permitido superar los retos anteriores y el éxito, por eso digo que no somos un grupo de negocios, somos un grupo de personas”.
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