La agroecología posibilita las prácticas sustentables y amigables, involucra un conjunto de prácticas diversificadas de sistemas agrícolas, controla las plagas, el reciclaje de nutrientes y mantiene la fertilidad de los suelos para beneficiar a los trabajadores del campo, manifestó Mariana Benítez Keinrad, investigadora del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad del Instituto de Ecología de la UNAM (LANCIS).
Esta ciencia “busca comunicarse con la experiencia y el conocimiento del campesino en productos agrícolas e incorpora aspectos ecológicos, agrónomos y de otras disciplinas científicas”.
LANCIS procura estar junto al campesino para experimentar diferentes métodos y entender la ecología y el funcionamiento de los agroecosistemas, apuntó.
El uso de variedades nativas del maíz, frijol y calabaza también están en asociación con el aprovechamiento de los insectos.
Al activar en rotación o alternancia con el cultivo principal y al reincorporarlos al suelo, en cinco años se ven los cambios significativos en materia de fertilidad. Además, para completar su uso, los insectos también pueden servir como alimento animal o humano, diversificando los sistemas agrícolas, explicó.
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