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4 razones y estrategias para el manejo de la ansiedad por azúcar y carbohidratos


4 razones y estrategias para el manejo de la ansiedad por azúcar y carbohidratos
4 razones y estrategias para el manejo de la ansiedad por azúcar y carbohidratos

 

En nuestra búsqueda por una alimentación más saludable y la consecución de metas de bienestar, nos enfrentamos a menudo a la tentación irresistible de consumir alimentos dulces, salados o ricos en carbohidratos, socavando así nuestros planes nutricionales. ¿Por qué experimentamos esta ansiedad alimentaria cuando tratamos de mejorar nuestros hábitos dietéticos o perder peso? ¿Y cómo podemos abordarlo?

 

Existen diversas razones detrás de estos antojos específicos, pero nos centraremos en las cuatro más comunes, según los expertos:

 

1. Caída drástica del nivel de azúcar en sangre: El azúcar representa una fuente de energía fundamental para todos los seres vivos, y su sabor constituye una de las experiencias sensoriales más básicas. Aunque incluso sin receptores específicos del sabor dulce en la lengua, podemos desarrollar una fuerte preferencia por el azúcar, indicando así un mecanismo que va más allá del gusto. Cuando cedemos a los antojos de azúcar, esto puede aumentar aún más el apetito por este tipo de alimentos, lo que puede resultar en un consumo excesivo. A largo plazo, una dieta rica en azúcar puede afectar negativamente el estado de ánimo, la digestión y la inflamación intestinal.

 

2. Descensos de dopamina y serotonina: La dopamina y la serotonina, neurotransmisores clave en el cerebro, están implicados en los centros de recompensa y placer. Consumir alimentos azucarados y ricos en carbohidratos puede desencadenar la liberación de dopamina, creando así una experiencia placentera que refuerza nuestra ansiedad por estos alimentos. Además, la serotonina, conocida como la hormona del bienestar, influye en nuestras fluctuaciones diarias de ánimo y niveles de energía. Una disminución en los niveles de serotonina puede llevar a antojos de carbohidratos, especialmente en las mujeres.

 

3. Pérdida de líquidos y desequilibrios de azúcar y sal en sangre: A veces, nuestros antojos reflejan las necesidades reales de nuestro cuerpo, como la hidratación o el equilibrio de electrolitos. Por ejemplo, las dietas bajas en carbohidratos pueden disminuir los niveles de insulina, lo que a su vez reduce la retención de sodio y agua. Además, las dietas muy bajas en carbohidratos pueden inducir la cetosis, un estado metabólico en el que el cuerpo utiliza la grasa como principal fuente de energía, lo que puede contribuir a la pérdida de líquidos y antojos de sal.

 

4. Altos niveles de estrés o alteración emocional: El estrés, el aburrimiento y las alteraciones emocionales pueden provocar ansiedad por consumir alimentos reconfortantes. Esto se debe a que las hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol, pueden afectar nuestro apetito y nuestras preferencias alimentarias.

 

Ante estas dificultades, aquí hay cuatro consejos para controlar los antojos de azúcar y carbohidratos:

 

1. No elimines grupos de alimentos completos: Intenta llevar una dieta equilibrada que incluya suficiente proteína y alimentos ricos en fibra para mantenerte lleno y estabilizar tus niveles de azúcar en sangre.

 

2. Gestiona tus niveles de estrés: Practica técnicas de reducción del estrés, como la meditación o el yoga, para controlar los desencadenantes emocionales de los antojos alimentarios.

 

3. Duerme lo suficiente: Asegúrate de dormir entre siete y ocho horas de calidad por noche, ya que la falta de sueño puede alterar las hormonas que regulan el hambre y los antojos.

 

4. Controla tus porciones: Si decides darte un gusto, controla el tamaño de tu porción para evitar excesos.

 

En resumen, superar los antojos de azúcar y carbohidratos puede ser un desafío, pero con estrategias adecuadas y paciencia, podemos manejarlos y alcanzar nuestros objetivos de bienestar y salud. Es importante recordar que el éxito no se define por los antojos ocasionales, sino por nuestra capacidad para gestionarlos y superarlos en nuestro viaje hacia una vida más saludable.

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